martes, 2 de septiembre de 2008



COMUNICADO

Los Obispos de la Amazonía peruana nos hemos reunido en la ciudad de Lima, el día 27 de agosto de 2008 para reflexionar sobre la situación de los pueblos indígenas de la Amazonía y el impacto de los Decretos Legislativos promulgados por el Poder Ejecutivo.

Considerando que la sociedad panamazónica es pluricultural, pluriétnica y plurirreligiosa, observamos que en ella se está intensificando la lucha por la ocupación del territorio, el uso indiscriminado de los recursos naturales y de la biodiversidad. Esta situación pone en grave riesgo la vida de millones de personas y en especial el hábitat de los campesinos e indígenas.

Recalcamos la importancia de promover espacios de diálogo entre el Estado y los pueblos indígenas para fortalecer la vigencia de sus derechos, especialmente el derecho al territorio y la democracia inclusiva en el país, acordes con los Convenios y Tratados Internacionales suscritos y ratificados por el Estado peruano.

Felicitamos al Congreso de la República por haber atendido los justos reclamos de los pueblos indígenas a participar como ciudadanos peruanos en las decisiones para lograr su desarrollo desde sus identidades culturales. Esperamos que este hecho significativo promueva un proceso de diálogo y una cultura de paz hacia la búsqueda de un desarrollo con rostro humano y respeto de la dignidad humana en concordancia con “las necesidades sentidas de estos pueblos y que conduzcan hacia un desarrollo sostenible” (Aparecida No. 403)

La Iglesia Católica sigue acompañando a los pueblos indígenas, población más antigua del Continente, y somos testigos de que están abiertos a la modernidad y al desarrollo. Esto significa para ellos, mejorar su calidad de vida, acceso a una educación intercultural bilingüe de calidad y acceso a servicios de salud intercultural. Significa también fortalecer sus identidades culturales, el respeto pleno de sus derechos individuales y colectivos y su participación en su desarrollo y el desarrollo nacional. Para el país significa replantearse una visión distinta de los pueblos indígenas que supere las relaciones de discriminación y exclusión.

En el Encuentro de Pastoral Indígena de febrero del 2008, los Obispos de la Selva y los agentes de pastoral reunidos habíamos manifestado nuestra preocupación por los procesos de inversión privada. Pedíamos al Estado promover la participación efectiva de los propios interesados en el diseño y ejecución de las políticas de desarrollo del país, en caso contrario se vería amenazada la supervivencia física y sociocultural de los pueblos indígenas y se podría incrementar los conflictos socioambientales en la Amazonía.

En este sentido queremos remarcar algunas de las recomendaciones que señala el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP)
[1] en el documento de análisis de los decretos legislativos emitidos por el poder ejecutivo en virtud a la Ley No.29157:

o Reconocer la relación de los pueblos indígenas con su territorio como base fundamental de su existencia como individuos y pueblos. Para lo cual el Estado debe brindar seguridad jurídica a los territorios.
o Revisar la constitucionalidad de los decretos legislativos Nos. 1015.1073, 1064, 1079,1081, 1089 y 1090.
o Implementar mecanismos de consulta y consentimiento previo libre e informado según el Convenio 169 OIT y la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de Pueblos Indígenas.
o Establecer políticas coherentes de saneamiento legal de territorios y políticas de ordenamiento territorial, acordes al Convenio 169/de la OIT y la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de Pueblos Indígenas.

Creemos que el desarrollo del país no sólo debe estar basado en indicadores económicos, sino que debe responder también a indicadores sociales y culturales que hagan posible un modelo alternativo de desarrollo integral y solidario. Tal desarrollo debe basarse en una ética que incluya la responsabilidad por una auténtica ecología natural y humana que se fundamente en la justicia y el respeto a los derechos humanos.
El documento de los Obispos latinoamericanos y del Caribe reunidos en Aparecida, señala: “Buscar un desarrollo alternativo, integral y solidario, basado en una ética que incluya la responsabilidad por una auténtica ecología natural y humana, que se fundamenta en el evangelio de la justicia, la solidaridad y el destino universal de los bienes….Por tanto, alentar a nuestros campesinos y nativos a que se organicen de tal manera que puedan lograr sus justos reclamos” (No. 474).

Por todo ello, pedimos al Estado peruano fomentar una actitud de diálogo y concertación con los pueblos indígenas y comunidades en cumplimiento de las normas internacionales, para definir y promover un desarrollo inclusivo que tenga en cuenta la pluralidad cultural y social. Esto incluye el reconocimiento de los aportes de los pueblos indígenas al desarrollo nacional.


Mons. Gerardo Antón Zerdin, OFM
Obispo Vicario Apostólico de San Ramón

Mons. Juan Luis Martín Bisson, PME
Obispo Vicario Apostólico de Pucallpa

Mons. Gaetano Galbusera, SDB
Obispo Coadjutor del Vicariato Apostólico de Pucallpa

Mons. Alberto Campos Hérnández, OFM
Obispo Vicario Apostólico de San José del Amazonas

Mons. Santiago García de la Rasilla Domínguez, SJ
Obispo Vicario Apostólico de Jaén

Mons. Francisco González Hernández
Obispo Vicario Apostólico de Puerto Maldonado

Mons. José Luis Astigarraga Lizarralde, CP
Obispo Vicario Apostólico de Yurimaguas

Mons. Tomas Oliver Climent, OFM
Obispo Vicario Apostólico de Requena

No hay comentarios.: