jueves, 17 de enero de 2008

PRONUNCIAMIENTO

UN MINISTERIO DEL AMBIENTE PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE DEL PAÍS

1. Saludamos que el Poder Ejecutivo finalmente asuma la necesidad de ubicar la dimensión ambiental en el nivel más alto de decisión política. El Perú debe contar con una institucionalidad pública que posea poder, competencia y solvencia técnica, credibilidad, y autonomía para concertar, normar y fiscalizar decisiones vinculantes en materia ambiental, en concordancia con los grandes propósitos del desarrollo sostenible nacional. El Ministerio del Ambiente, en tal sentido, puede representar un gran paso adelante para superar las serias limitaciones actuales del Estado para enfrentar sus responsabilidades ambientales y los problemas sociales y económicos asociados a ellas. Mas aún si reconocemos el valor fundamental que posee nuestro patrimonio ambiental para garantizar el futuro sostenible del país.

2. La creación del Ministerio del Ambiente debiera responder a las legítimas demandas que desde hace más de una década vienen expresando diversos sectores públicos y privados para que el Estado cuente con las capacidades necesarias para una eficiente gestión ambiental en todas las áreas productivas y sociales de la vida nacional. Sólo así, podrán consolidarse los importantes avances que se han logrado en la normatividad y cierto desarrollo institucional ambiental, además de recuperar la confianza y el compromiso de la ciudadanía para que el desarrollo nacional, regional y local se sustente en la gestión sostenible de nuestra diversidad natural, la protección de la calidad del ambiente (agua, aire, suelos, etc.). sistemas de producción saludables y el aprovechamiento responsable de los bienes y servicios ambientales que detentamos.

3. La creación del Ministerio del Ambiente debe también promover el sinceramiento en el manejo de nuestra grave realidad ambiental. La falta de ordenamiento territorial; la degradación de los bosques; la creciente desertificación y pérdida de capacidad productiva de los suelos agrícolas; la contaminación generada por la actividad industrial, extractiva minera (que incluye más de 1,000 pasivos ambientales) y doméstica; uso indiscriminado de agroquímicos; la pérdida de biodiversidad y el daño a los ecosistemas, en perjuicio de la vida y salud de las poblaciones más vulnerables y sus posibilidades de desarrollo, la disminución de los regímenes hídricos; la contaminación y el inadecuado manejo de residuos sólidos y líquidos en las ciudades; los costos ambientales de los megaproyectos de inversión y los problemas en nuestra matriz energética, así como la gran vulnerabilidad del país a los cambios climáticos, son, entreotros, los rasgos más severos del deterioro ambiental que debemos remontar cuanto antes los peruanos, con un sentido de corresponsabilidad.

4. Consideramos que el Ministerio del Ambiente debe inscribirse en el proceso de Reforma Integral de Estado y de la Descentralización en curso, en el marco de las Políticas concertadas en el Acuerdo Nacional y otras por concertar de manera descentralizada. Este Ministerio debe adoptar un enfoque moderno de gestión pública que ponga en práctica una conducción coherente, sinérgica y simplificada, superando la actual dispersión y disparidad de criterios en más de 30 dependencias sectoriales ambientales públicas. Su gestión debiera ser descentralizada y articulada a los Gobiernos Regionales y Locales, con claros mecanismos de información, comunicación, transparencia y rendición de cuentas, y abierta a la participación ciudadana para facilitar el control público y la vigilancia social de los impactos ambientales en el país y el aprovechamiento de los saberes locales.

5. Dada la trascendencia de esta decisión, exhortamos al Presidente de la República y al Poder Ejecutivo a convocar el concurso de todas las instituciones y organizaciones relacionadas con la temática ambiental y la gestión de recursos naturales, promoviendo el más amplio debate y el consenso de los actores claves (Poder Ejecutivo, Congreso, Empresarios, Universidades y Colegios Profesionales, otras organizaciones de la sociedad civil, las comunidades campesinas y nativas) para definir una propuesta concertada de Ministerio del Ambiente que comprometa la responsabilidad de todos y todas en una apuesta conjunta por el desarrollo del Perú.

Perú, enero 2008

Firmas:

·Luis Gomero
Sociedad Nacional del Ambiente
Red de Acción en Agricultura Alternativa
·Richard Smith / Margarita Benavides
Instituto del Bien Común
·Javier Azpur
Grupo Propuesta Cuidadana
·Milo Stanojevich
CARE-PERU
·Juan Carlos Sueiro
CooperAcción
·Alvaro Ugarte
INICAM
·Vladimir Pautrat
Gestión Ambiental y Desarrollo Humano Sostenible
·Sonia Rodríguez
Centro de Investigación Social y Educación Popular ALTERNATIVA
·Julio Díaz Palacios
RED Perú de Iniciativas de Concertación para el Desarrollo Local

·Alberto Barandiarán
Derecho, Ambiente y Recursos Naturales
·Paco Muguiro
Pastoral Social del Vicariato y Radio Marañón
·Nurymar Feldman
Comunicaciones ACCA-Madre de Dios
·Guillermo Reaño
Conservación y Culturas –ICC
·Ruth Arroyo
ECOSAD

Jaime Paredes Calla-Arequipa
Carlos Herz
Rodrigo Arce
Elena Castro
Ruth Castillo
Rosa Cajas
Ernesto Ráez
Carlos Soria
Walter Herz
Bonnie Sobrino
Julio Martin Soto
Julio Chávez

siguen firmas



Parque nacional en mira de petrolera

Ramiro Escobar
Ejecutivo intentó recortar zona intangible para explotar yacimiento de hidrocarburos.
Foto: Tapir en un prístino parque natural amenazado por petrolera.

Unas 20,000 especies vegetales, por lo menos 600 especies de aves, 232 especies de peces, 174 especies de mamíferos, 100 especies de reptiles y 1,200 especies de mariposas. Y por añadidura, un paisaje sobrecogedor, inconmensurable, de bosques y ríos.

Este paraíso terrenal es el Parque Nacional Bahuaja-Sonene, enclavado entre las sudorientales regiones de Puno y Madre de Dios. Tiene una extensión de 1’092,142 Ha, diversos ecosistemas, una biodiversidad alucinante, una belleza espectacular. Y además una condición ya muy escasa en este mundo: en buena parte de este territorio, no hay casi presencia humana.
Sin embargo, en setiembre el Consejo de Ministros discutió una propuesta que tendría un despropósito monumental: recortarle a este parque nacional nada menos que 209,782 Ha para crear el lote petrolero 78 que permita la explotación del gran yacimiento que se presume existe en ese lugar.
La fórmula para lograrlo era enviar un proyecto de ley al Congreso que permitiera derogar los decretos supremos de julio de 1996 y de setiembre del 2000 que delimitaron el territorio de esta área protegida.
“Si se abre la puerta para la inversión petrolera, vendrán por acá muchos problemas más”, dice José Luis Capella, abogado de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA). “No se puede vulnerar así las normas ambientales”.
Las leyes peruanas, en efecto, disponen la existencia de nueve categorías de áreas protegidas. En tres de ellas —parques nacionales, santuarios nacionales y santuarios históricos— sólo está permitido el uso indirecto de los recursos naturales y el paisaje.

Prohibida extracción de recursos
En otras palabras, sólo se puede hacer investigación científica no manipulativa, así como actividades turísticas y recreativas bajo condiciones bien reguladas. No está permitido, en modo alguno, extracción directa de recursos ni modificaciones del ambiente.
Ya en 1998, cuando el territorio se encontraba como Zona Reservada —categoría transitoria antes de que se declare área protegida, según las leyes peruanas—, la empresa estadunidense Mobil Oil inició exploraciones también con fines petroleros. La protesta de ambientalistas y algunas denuncias periodísticas detuvieron el proyecto.
El actual gobierno habría tomado la vía del recorte de Bahuaja-Sonene porque no puede retroceder en materia de legislación ambiental.
Según el artículo 68 de la actual Constitución Política del Perú, “el Estado está obligado a promover la conservación de la diversidad biológica y de las áreas naturales protegidas”. Y en el capítulo 18 del tratado de libre comercio con EEUU —ratificado por el Senado de ese país el 4 de diciembre — también se establece esa obligación.
Si parte del parque nacional deja de ser área protegida, cualquier actividad estará permitida. Y lo lógico, como sostiene Capella, es que con los petroleros, también entren los madereros ilegales y los mineros informales. “Tenemos miedo de que esto se convierta en un nuevo Huaypetue”, apunta Ninón Díaz, sub-gerente de áreas protegidas de la Región Madre de Dios, refiriéndose a un desastroso ejemplo de lo que ocurre cuando hay permisividad ambiental.
En Huaypetue, en Madre de Dios, cerca de 15,000 extractores de oro, la mayoría informales, han convertido esta porción de la Amazonia en un desolador páramo. Han llenado los ríos de mercurio, deforestado la zona y hasta hay denuncias de trabajo forzado o esclavitud.
Bahuaja-Sonene podría tener ese destino si se decide optar por la inversión petrolera y, de hecho, en algunos ríos de la vecina Reserva Nacional Tambopata ya se observa la presencia de esos mineros informales.“Cada día hay más”, acota Díaz.
Además se perderían otros potenciales incomparables, que este lugar maravilloso atesora en medio de sus bosques frondosos y su abundante fauna extraña: los servicios ambientales, la posibilidad de utilizar los recursos de la naturaleza de manera inteligente.

Agua bendita
Como explican Capella y Díaz, las inmensas florestas y ríos de Bahuaja-Sonene proveen de agua a otras cuencas y a la vez purifican el curso de otros ríos, como el Tambopata. De ellos se surte de agua, por ejemplo, Puerto Maldonado, capital de Madre de Dios.
Todo el delicado territorio es como un gigantesco criadero de peces, que luego sirven de alimento a las poblaciones de colonos y nativos que viven en áreas aledañas. A su vez, es hábitat de numerosas especies de fauna, de las que al menos 13 son endémicas.
No es menos importante su aporte, silencioso pero efectivo, a la lucha contra el calentamiento global. Este es uno de esos pocos lugares en el planeta que, de manera incansable, purifica el dióxido de carbono que crece a pasos agigantados y alarmantes.
Eddy Torres, de la Sociedad Zoológica de Francfort, que trabaja en este lugar, recuerda que este bosque esconde aún misterios científicos. En su interior, frondoso y en parte desconocido, podrían encontrarse plantas o animales de gran potencial genético.
Tan dispendiosa es la biodiversidad de este lugar que en el 2002 la Nacional Geographic Society lo declaró como uno de los siete santuarios naturales más emblemáticos del planeta. Se trata de un ecosistema excepcional, casi intocado por el ser humano.
El gobierno se vio obligado a retroceder en sus pretensiones tras una campaña emprendida por un grupo de organizaciones no gubernamentales y empresas, a través de acciones públicas y de un portal web —www.salvemoscandamo.com—que alude a la zona del Candamo, una de las partes más bellas del parque.
Por el momento, no hay indicios de reciclaje de la extraviada idea. Pero la creciente alza internacional de los precios del petróleo podría hacer que, más temprano que tarde, el gobierno cargue contra quienes defienden esta maravilla.
Fuente: Noticias Aliadas
Foto: Ernesto Benavides

sábado, 12 de enero de 2008




Universidad intercultural lejos de la igualdad

Por Milagros Salazar, enviada especial

PUCALLPA, Perú, ene (IPS) - La única universidad intercultural peruana fue creada en la Amazonia para brindar educación a los indígenas tras una intensa lucha de sus dirigentes. Pero sólo 40 por ciento de sus estudiantes provienen de comunidades nativas y la mayoría son mestizos de las ciudades.

La Universidad Nacional Intercultural de la Amazonia (UNIA) es fruto de luchas y negociaciones de varios congresos aborígenes que exigieron el cumplimiento del Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en países independientes, adoptado en 1989 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que establece un sistema de protección especial para las etnias autóctonas.

Su plan de desarrollo institucional elaborado en 2005 prevé que 80 por ciento de los estudiantes deben ser indígenas, pero hoy sólo 40 por ciento de sus más de mil estudiantes lo son, informó a IPS el jefe de la Oficina de Coordinación Intercultural, Juan Agustín López. Aunque fue fundada en 2000, la UNIA abrió sus puertas en 2006 en la ciudad de Pucallpa, región de Ucayali, 850 kilómetros al nordeste de Lima.

Permite optar entre cuatro especialidades: educación inicial bilingüe, primaria bilingüe, ingeniería agroforestal acuícola e ingeniería agroindustrial. "Jamso significa mentiroso en shipibo. Shuntacu es señorita y metsa, bonita", explica a IPS Álvaro Flores, joven estudiante citadino sentado junto a un compañero del pueblo shipibo, para demostrar que él también sabe "algo" de los indígenas con quienes comparte sus estudios.

"Aquí funcionan las cosas al revés. Aunque nosotros luchamos por la creación de
esta universidad, somos minoría frente a los mestizos", dijo a IPS Macedonio
Egoavil, de 30 años, proveniente de una comunidad aborigen de la región
Huancavelica, en la sierra central peruana.

"La actual Comisión Organizadora, lejos de establecer condiciones de transparencia, inclusión y equidad en su gestión, está asumiendo posturas autoritarias, discriminatorias, excluyentes y arbitrarias hacia los pueblos indígenas y sus organizaciones representativas", señala la Organización Regional de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) en Ucayali.

Los 512 estudiantes de los pueblos shipibo, awajun, asháninka y yanesha no reciben apoyo suficiente de la universidad para trasladarse desde sus comunidades. Tampoco se les brinda una educación intercultural porque el plan curricular no capitaliza los conocimientos de los pueblos originarios, agrega la asociación.

El vicepresidente de Aidesep, Robert Guimaraes, denunció a IPS que los indígenas de la residencia estudiantil habitan cuartos hacinados y su alimentación carece de nutrientes. "La universidad es un proyecto que se está mejorando poco a poco", replicó Augusto Padilla, vicepresidente de su Comisión Organizadora.

"Lamentablemente, en el camino se revelan fallas estructurales por la ausencia de políticas públicas a favor de los pueblos indígenas". Todos coinciden en que una de las principales razones que impiden a los nativos pasar el examen de admisión o provocan su abandono en el primer ciclo es la deficiente educación primaria y secundaria que reciben en sus pueblos de origen. "Los profesores llegaban a nuestras comunidades sólo dos veces por semana. Por eso tenemos desventaja frente a los mestizos, sobre todo en matemática y química", dijo a IPS Juan Carlos Flores, quien llegó a la UNIA tras dos días de viaje por tierra desde la comunidad yanesha de Puerto Bermúdez, en la región sureña de Cerro de Pasco. Juan Carlos pega hojas de árboles sobre cartones para su curso de herboria y debido a sus pocos recursos compagina los cartones con alambres. "Estudiar resulta caro. Tenemos que esforzarnos el doble, pero en algunos casos ya hemos podido aventajar a los mestizos. En este último ciclo obtuve 14 en Química, la nota más alta de mi salón. Antes sólo tenía cinco, relata. Juan Carlos. Para superar las carencias, un estudiante yanesha cuenta que en su comunidad un grupo de jóvenes contrató a un profesor que los preparó para la prueba de ingreso. Al término de un curso acelerado de dos meses se hizo un simulacro de admisión y la comunidad decidió apoyar a los mejores para que viajaran a estudiar.

"Para que los nativos puedan aprovechar la educación superior, la universidad debería dictar previamente cursos de castellano, idioma en el que se imparten las clases, y de computación para el desarrollo de sus tareas", señala María Heise, especialista en educación intercultural.

Si bien los estudiantes pagan una suma pequeña de 50 soles (casi 15 dólares) por ciclo de estudio, gastan por lo menos 500 soles (160 dólares) por mes para realizar los trabajos asignados y completar su alimentación, porque sólo los desayunos son gratuitos. La situación es mucho más dura para quienes tienen hijos o no encuentran lugar en la residencia universitaria y deben alquilar un cuarto en Pucallpa.

Decenas de estudiantes indígenas son padres y mantener a su familia los obliga a trabajar cargando bultos en el mercado o a vender golosinas y otros productos. Carlos Mashian, awajun de 30 años procedente de una comunidad del río Cenepa, en la frontera norte con Ecuador, llegó con el deseo de convertirse en maestro de primaria, después de un viaje de cuatro días junto a su esposa y sus tres hijas. Todos habitan un cuarto muy pequeño y rústico cedido por el Instituto Pedagógico de Yarinicoha, ubicado al lado de la UNIA, con camas construidas con la madera sobrante de la carpintería de la universidad y una única ventana con hojas de cuadernos en lugar de vidrios o cortinas. Mashian recolecta naranjas de los árboles de la universidad y las vende para solventar sus estudios y mantener a su familia, aunque muchos días sólo tienen un poco de arroz con sal para alimentarse. "No puedo volver a mi comunidad hasta que termine mis estudios porque sería muy caro. Sólo regresaré cuando sea profesor", sostuvo Mashian. Él pide que las autoridades del municipio al que pertenece su comunidad firmen convenios con la UNIA para ayudar a los awajun. López informó a IPS que la universidad está suscribiendo convenios con diversos municipios para que financien la alimentación y los estudios de los nativos de sus jurisdicciones.

Las autoridades de la institución aseguran que los cinco millones de soles (1,6 millones de dólares) anuales provenientes del gobierno central y de parte de los impuestos que pagan al Estado las empresas petroleras de la zona, no alcanzan para ayudar a los estudiantes. "Se vive un choque cultural porque muchos de los nativos provienen de comunidades donde no se valora el dinero y aquí se dan cuenta de que sin él no sobrevives", dijo a IPS el director ejecutivo del Instituto Regional de Desarrollo de Comunidades Nativas, Leoncio García.

La UNIA ejecutará este mes seis proyectos de investigación con la participación de líderes de comunidades originarias para contribuir con sus actividades productivas en las áreas forestal y de cría de animales. Los indígenas aportarán sus conocimientos originarios.

Para la encargada de la Defensoría del Pueblo de Ucayali, Margot Quispe, "no se puede excluir a las organizaciones nativas del proceso de construcción de la universidad porque no hay otra forma de superar la debilidad institucional del país en el tema indígena".

La Defensoría emitirá un informe sobre la situación de la UNIA. Como primer paso ha propiciado una mesa de diálogo a instalarse entre autoridades universitarias, dirigentes indígenas y responsables de la educación en los colegios de las comunidades. "La educación intercultural es para una sociedad libre y democrática" proclama uno de los letreros que recuerdan el espíritu con el que fue creada la universidad.(FIN/2008)