miércoles, 18 de enero de 2017

,Aniversario de la Mesa de Lucha contra la pobreza de Amazonas

Coordinador de la Mesa de Concertación Fidel Asenjo Pére; el
 representante de la Defensoría del Pueblo  Roberto  Guevara 
Aranda. Yésper Saravia, Roberto Mori,  Vicente Iberico,
 Percy Chávez funcionarios del Gobierno Regional Amazonas.






Hoy se celebra en el departamento de Amazonas el 16 aniversario de la Mesa de concertación de la lucha contra la pobreza,

Una de las mejores formas de celebrar es el acuerdo con el Gobierno Regional de realizar el día 22 de febrero el encuentro denominado “Programa de diálogo por la concertación” cuya finalidad es la de unir voluntades, facilitar el diálogo y la concertación de propuestas por el desarrollo de la región.

Amazonas se une así la celebración de la mesa a nivel Nacional que creada el 18 de enero del 2001, resultado de un acuerdo entre la sociedad civil y el estado peruano.

La MCLCP es un mecanismo nacional descentralizado de diálogo y concertación entre los actores públicos - nacionales, regionales y locales - y los diversos estamentos de la sociedad civil.

Durante estos años aportó al proceso de descentralización, con los planes de desarrollo concertado y presupuestos participativos. Con la “consulta amigable” promovió e impulsó a la transparencia en la gestión pública así como diversas iniciativas que han ayudado a avanzar en la cobertura de brechas y atención a los derechos se salud y educación. 

Federico Arnillas Lafert Presidente de la MCLP destacó en la entrevista realizada por el Jurado nacional de elecciones, la implementación de políticas de Estado que han hecho posible la reducción de la pobreza monetaria en el país, a lo largo de estos años como resultado del esfuerzo tanto de sociedad civil como del sector público.

Aquí la entrevista; http://bit.ly/2iyZBGQ

martes, 17 de enero de 2017

Reconocimiento oficial de lengua Ocaina de los Dyo'xaiya-o-lvo'tsa


Los ocaina se autodenominan Dyo'xaiya-o-lvo'tsa

“El Gobierno reconoció hoy, a través del Ministerio de Educación (Minedu), la oficialidad del alfabeto de lengua originaria ocaina y las 37 grafías que conforman el idioma nativo que se habla en la Amazonía peruana, en especial en la región Loreto. Así lo precisa la Resolución Ministerial 040-2017-Minedu, publicada hoy en el boletín Normas Legales del Diario Oficial El Peruano.” Andina, Lima, ene. 12.

Este proceso de reconocimiento de las lenguas indígenas se inició hace varios años en cumplimiento de derechos culturales, y de valorización de la diversidad lingüística en particular de la amazonia. La lengua ocarina pertenece a la familia lingüística huitoto.

La historia de los ocainas está estrechamente ligada a la de los huitotos con quienes comparten características culturales. Provienen de territorio colombiano y se estima que varios miles de ocainas fueron asesinados durante el "boom" el caucho. Actualmente se encuentran en la las provincias de Marical Ramón Castilla y Maynas en el departamento de Loreto. Son 188 según el censo y se encuentran pequeñas comunidades establecidas por los ríos: Yaguasyacu, Ampiyacu, Putumayo y Algodó.

Nota. Foto ILV

lunes, 2 de enero de 2017

Indígenas apoyan la protección de los lagos Tarapoto como sitio RamsarLos humedales de esta zona son claves para mantener a especies tan importantes como el delfín rosado. Fotos Cortesía - Fernando Trujillo - Fundación Omacha

En este complejo de lagos y humedales en el departamento del Amazonas no se podría hacer ni minería ni actividad de hidrocarburos. Foto: Fernando Trujillo - Fundación Omacha
Cerca de 300 indígenas de 22 comunidades indígenas del Amazonas colombiano le dieron su visto bueno a la designación de los lagos de Tarapoto como sitio Ramsar, la máxima medida internacional para la protección de los humedales.

A través de una consulta previa en el municipio de Puerto Nariño (Amazonas), en el que participaron indígenas de las etnias ticuna, cocama y yagua, ellos manifestaron su acuerdo para que esta área de más de 42.983 hectáreas tenga el reconocimiento Ramsar, una categoría que no es una declaratoria de área protegida, sino que busca un uso sostenible de los cuerpos de agua al excluir la minería y la explotación de hidrocarburos en la zona.
Este trámite contó con la presencia de funcionarios del Ministerio del Interior y del Ministerio de Ambiente y liderada por el presidente del Resguardo Indígena de Aticoya.  También participaron el proceso funcionarios del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas (Sinchi) e integrantes del Fondo Mundial para la Naturalaza (WWF por sus siglas en inglés) y Fundación Omacha.
Óscar Manrique, funcionario encargado de los temas Ramsar en el Ministerio de Ambiente, aseguró que más allá de la aprobación de la comunidad, todavía falta complementar el estudio ambiental de la zona y ajustar el polígono que sería declarado, debido a una petición de los indígenas de agregar otra parte de la región bajo esta figura.
Se espera que al completar las fichas requeridas por la organización internacional, en cuestión de siete meses el presidente Juan Manuel Santos presente oficialmente la propuesta de sitio Ramsar. No obstante, también hay expectativa en el sector ambiental de que esta declaratoria se pueda celebrar para el 2 de febrero, Día Mundial de los Humedales.

El complejo de cerca de 45 humedales en Tarapoto hace parte de la cuenca del río Loretoyacu, tributario del Amazonas. De acuerdo con una caracterización de la fauna y flora de la zona hecha por la Fundación Omacha y el WWF, con el apoyo de las comunidades locales, se reportaron 56 especies de ranas, más de 300 especies de aves y al menos 46 especies de mamíferos.
Los humedales de esta zona son claves para mantener a especies tan importantes como el delfín rosado. Fotos Cortesía - Fernando Trujillo - Fundación Omacha

En este tipo de ecosistemas habitan delfines rosados, manatíes, y el pez pirarucú, que viene recuperando sus poblaciones gracias a los acuerdos de pesca de las comunidades locales. Además, Tarapoto es uno de los últimos refugios para el caimán negro y hábitat para el jaguar.

La pesca, el comercio, el ecoturismo y la agricultura serían los usos preferentes para esta zona, que al tener el reconocimiento de la Convención Ramsar, ayudaría a incrementar la cooperación internacional para la financiación de proyectos de conservación de la biodiversidad.

Fernando Trujillo, director de la Fundación Omacha, explica que con este título internacional se busca darle visibilidad a una zona del Amazonas que no está en el foco de los proyectos actuales de conservación, que están mucho más dirigidos para áreas del piedemonte de Caquetá.

“Es un llamado de atención para que la institucionalidad también llegue allá. Es un área que no está siendo afectada por la minería, pero con el crecimiento del turismo se debe trabajar para que las comunidades indígenas sean incluidas. Eso lo permite declarar a este sitio como Ramsar”, asegura el investigador.

Para Saulo Usma, investigador de WWF y quien participó en la caracterización ecológica de esta zona, con la designación de Tarapoto como sitio Ramsar, Colombia no solo está logrando tener su primer humedal en la Amazonia, sino que contribuye a la iniciativa regional de blindar estos cuerpos de agua, que ya han sido protegidos bajo esta categoría en otros países del bioma amazónico.
Lagos de Otún y Sonso serían los primeros en declararse
Antes de que Tarapoto se consolide como un área Ramsar, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo sostenible tiene la expectativa de presentar ante la convención internacional la declaratoria del lago de Sonso en Valle del Cauca y la ampliación de la medida para las zonas de la laguna del Otún en Risaralda.

Actualmente, Colombia tiene seis sitios Ramsar, que ocupan una extensión de 708,684 hectáreas. Estos son: la laguna de la Cocha, la estrella fluvial del Inírida, el delta del río Baudó, la Ciénaga Grande de Santa Marta, el sistema de Chingaza y el complejo de la laguna de Otún
LAURA BETANCUR ALARCÓN
Redactora de EL TIEMPO

La última mujer hablante de resígaro, lengua amazónica

El hermano de Rosa Andrade, asesinada a los 67 años, será el único portador de la lengua amazónica.

Rosa Andrade Ocagane, en un retrato en su casa en la comunidad Nueva Esperanza
 ALBERTO CHIRIF / EL PAÍS

La última hablante de resígaro, una lengua indígena amazónica, Rosa Andrade Ocagane, de 67 años, fue asesinada cruelmente a fines de noviembre en la comunidad de Nueva Esperanza, en la selva norte de Perú. Andrade estaba, además, entre los 40 únicos hablantes de otra lengua, el ocaina, tanto en Perú como en Colombia, a ambos lados del Putumayo. Casi un mes después, sus familiares piden justicia: el fiscal ha dictado comparecencia restringida al sospechoso, pese a los testimonios en su contra.

Según el antropólogo Alberto Chirif, Andrade y su hermano Pablo, de 65 años, son los dos últimos hablantes de resígaro en Perú, una de las 43 lenguas de la Amazonía. Sus vecinos ratifican su versión. “Su padre era ocaina y su madre resígara, ambos pueblos indígenas víctimas de la crueldad de los caucheros, hoy en extinción”, indica Chirif.

“Fue una de las sabias más relevantes de nuestra historia, sobre todo de nuestra cultura. Muy amable y cariñosa hasta con los animales”, apunta por su parte el sobrino de Andrade, Willy Rengifo.

Solo un mes antes de la muerte de Rosa, el director de Lenguas Indígenas del Ministerio de Cultura, Agustín Panizo, acababa de empezar a preparar un proyecto con ambos hermanos para la documentación de la lengua resígaro.

“Las últimas descripciones de esa lengua son muy antiguas: de los años cincuenta. A mediados el siglo pasado, el Instituto Lingüístico de Verano, regido por evangelistas estadounidenses, elaboró una gramática, un vocabulario y un diccionario. Con Rosa y su hermano íbamos a revisar o complementar la información anterior, detectar vacíos; ahora sólo podremos ejecutarlo únicamente con Pablo”, apunta Panizo. “Los conocimos formalmente en el Congreso de normalización del alfabeto de la lengua ocaina. La señora era más fluida en ocaina que en resígaro”, agrega.


Según el último censo disponible, de 2007, 97 personas afirmaban haber aprendido a hablar en ocaina y 37 en resígaro. “Pero no sabemos cuántas mantuvieron la lengua desde entonces ni cuántas han fallecido”, explica Panizo. Natalia Verástegui, una especialista del Ministerio de Educación que conoció a Andrade sostiene que el pueblo resígaro y su lengua están “en agonía”. “Pese a los muchos esfuerzos que se hacen, aún es poco lo que ofrecemos a estas personas que llegan a la vejez casi en el abandono”, apunta. “Tienen consigo un conocimiento, una palabra única de la que todos deberíamos aprender”. A Verástegui, Andrade le contó que hablaba con su hermano en resígaro para recordar a su madre.

Fuente: Diario El país Diciembre del 2016