martes, 28 de agosto de 2012

Dos indígenas acusados de asesinato tras el “Baguazo” cumplen injusto arresto domiciliario



Asterio Pujupat junto a su esposa en su casa-cárcel de Bagua Capital. Fotos: Cortesía del Párroco de Chiriaco, Fermín Rodríguez Campoamor.
Por Carmen Carrasco
Servindi, 23 de agosto, 2012.- Dos indígenas awajún acusados sin pruebas de haber cometido secuestro y homicidio calificado contra policías, en el denominado “Baguazo” del 5 de junio de 2009, cumplen hoy un injusto arresto domiciliario en casas-calabozos lejos de sus hogares.
Se trata de Danny López y Asterio Pujupat quienes además estuvieron recluidos en penales sin haber tenido un juicio que los declarase culpables, durante más tiempo que el permitido por la ley.

El caso de Danny López

Danny López Shawit (28) es un indígena awajún y padre de familia de tres menores (de 6, 4 y 2 años de edad) quien participó en la denominada protesta amazónica de junio de 2009 en contra de decretos legislativos lesivos a los derechos de los pueblos indígenas.

Danny López en su casa-càrcel
Pero antes de esa fatídica fecha, Danny era un joven prometedor con deseos de superación, pues el año 2008 viaja a Lima para estudiar en el Instituto Privado Peruano Alemán (IPAL) la carrera de Operador de maquinaria pesada, además de estudiar en la escuela de choferes Garcilaso de la Vega, donde consigue su carné de conducir.
En marzo de 2009 presenta su curriculum a la Municipalidad de Nieva donde el alcalde, Héctor Requejo, le aseguró que para el 20 de junio la Municipalidad adquiriría un cargador frontal para su trabajo profesional. Por fin Danny tendría un trabajo seguro acorde a su grado de instrucción sin saber que estos planes se verían frustrados injustamente.
Danny López participó junto a sus familiares y amigos en el paro amazónico de mayo y junio de 2009. Él no sabía que el 5 de junio se iba a poner en escena un gigantesco operativo de guerra dispuesto a remover el paro de la carretera Fernando Belaúnde Terry a como dé lugar, con muertos y heridos.
Ese día, ante la confusión por la súbita y violenta agresión de las fuerzas policiales, Danny López se subió al interior de una ambulancia que se detuvo para recoger a un herido. Pero la suerte no estuvo de su lado ese día: unos metros más adelante la ambulancia fue detenida y Danny, sacado de ella, fue brutalmente golpeado en el suelo.
Había un fusil AKM escondido en la ambulancia, lo cual la justicia consideró una prueba fehaciente de que Danny era el asesino del hasta hoy desaparecido mayor PNP Felipe Bazán.
Danny fue recluido en el mismo mes de junio en el penal de Huancas junto a un grupo de 18 detenidos que, antes de terminar el año, fueron liberados con comparecencias restringidas, a excepción de Feliciano Kahuasa Rolin y Danny López Shawit.

Danny fue agredido por varios efectivos militares en el suelo de la carretera Fernando Belaúnde Terry
Sin más pruebas que lo inculparan, Danny pasó tres años en prisión y fue “liberado” por exceso de carcelería, el pasado 9 de julio de 2012.
Sin embargo, Danny no fue puesto en libertad tal y como contempla la ley, pues se consideró que existía peligro de fuga. Es así que la Segunda Sala Penal Liquidadora de Bagua dispuso una modalidad extraña de encarcelamiento: “arresto domiciliario” en una casa que no es la suya y sin las condiciones necesarias para una vida digna.
Danny se encuentra recluido en una casa ubicada en el Jr. 29 de agosto No 353 C, en Bagua Capital, la cual solo tiene una puerta donde se ubica el policía que hace cumplir el arresto, mientras que el inculpado se encuentra en un espacio al fondo, donde ni siquiera llega la luz solar.

Casa-càrcel de Danny Lòpez en Bagua Capital
Los únicos muebles que posee Danny en la vivienda son una cama y una mesa, donde se encuentra una cocina a gas. Su situación es grave pues no tiene los medios para proveerse de alimentos y cubrir sus necesidades básicas.
Además, esta extraña forma de carcelería le priva el acceso a algún medio de trabajo con el cual mantener a su familia, sobre todo a sus menores hijos. Vive actualmente de la caridad de las personas que le dejan víveres en la puerta de la casa.

Asterio Pujupat

Croquis de la casa-cárcel de Danny López
Un drama similar vive Asterio Pujupat, quien es uno de los inculpados de haber participado en el secuestro y desaparición del mayor PNP Felipe Bazán también durante el denominado “Baguazo”.
Asterio Pujupat nunca tuvo un proceso justo y desde su detención fue víctima de las trampas de la justicia.
Fue detenido de manera irregular el 29 de diciembre del año 2009, cuando “le propusieron un trabajo de madera y lo llevaron a Bagua y apareció en el penal”, cuenta el padre Fermín Rodríguez Campoamor, quien vela por el bienestar de estos dos indígenas.
Sin más pruebas que la de haber aparecido en una fotografía durante el paro amazónico, Asterio permaneció más de dos años preso en el penal de San Humberto de Bagua Grande.
A pesar de todo lo sufrido injustamente en la cárcel -que incluyen brutales golpizas por miembros del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe)-, Asterio Pujupat se pudo reencontrar con su familia al cabo de dos años.
Sin embargo, la resolución de la Sala Penal Liquidadora Transitoria de Bagua del 15 de diciembre de 2011, que dispuso la excarcelación de Pujupat, contempló una extraña figura.
En lugar de disponer su libertad, la Sala ordena su detención domiciliaria en una casa de Bagua Capital que fue proporcionada por su abogado, Iván Carrascal.
La resolución, sin embargo, no tuvo voto unánime. Mientras que los dos vocales, Sueldo Guevara Chaves y Romero Viena, y el presidente de la Sala coinciden en continuar el proceso con mandato de comparecencia restringida y en consecuencia determinan la detención domiciliaria, no están de acuerdo en cuál debe ser el domicilio.
El presidente de la Sala ordena que la detención “se deberá cumplir en el domicilio real- comunidad indígena de Nazaret, distrito de Chiriaco, provincia de Bagua- bajo la supervisión y responsabilidad del apu de la referida comunidad”, mientras que los vocales demandan “que el procesado en el término de siete días proceda a señalar su domicilio real dentro del radio urbano”.
Debido a que prevaleció la opinión por mayoría de los vocales, Asterio Pujupat se vio obligado a permanecer en una casa ubicada en Jr. Cuzco No 700 de Bagua Capital, en donde no cuenta con un trabajo con qué mantenerse y ayudar a su familia.
Precisamente, el presidente de la Sala preveía que “disponer el domicilio en la provincia de Bagua implica forzarlo a alquilar o servirse de la solidaridad social de los vecinos de Bagua, para que pueda contar con un espacio físico donde resida hasta la apertura del juicio oral, lo que afectará indudablemente la salud del procesado”.
Actualmente se sabe que el juicio oral empezará en setiembre, aunque muchos de los procesados no sepan si confiar en la justicia debido a este precedente en el que se ha vulnerado los derechos básicos de dos indígenas.

El 5 de junio de 2012, se realizó un plantón ante la Fiscalía de Utcubamba y una marcha con palmas que llevaban los nombres de los 34 fallecidos.

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