jueves, 28 de agosto de 2008





Mátame, que estoy dispuesto a morir por mi territorio, por
mi familia, por mis ancestros, por mi cultura y por mi identidad. Pero, antes de
hacerlo, quiero que me respondas: ¿defendiendo a quien me matarás?“. Esta fue la
respuesta de un líder Achuar, cuando un oficial de la Policía Nacional pretendió
intimidarlo con amenaza de muerte sino se retiraba del lugar de las
instalaciones petroleras del río Corrientes.


La firmeza de aquel viejo con una lanza de chonta frente a una cuadrilla de policías armados, obviamente no representaba amenaza. El mensaje solo estaba cargado de principios y valores por el cual un indígena es capaz en defensa de su territorio y de su vida.
- Con ese relato empieza el diálogo de Servindi con Gil Inoach, líder del Pueblo Awajun. De formación audidacta, Gil tuvo a su cargo la Presidencia de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) durante dos periodos, de 1996 al 2002.
La comunidad nacional e internacional está sorprendida por la capacidad de organización de los pueblos amazónicos que emprendieron una impactante jornada nacional de lucha. ¿Cuál es el secreto de la organización?
Los pueblos indígenas amazónicos no necesitan estar organizados en una estructura moderna de representación para defender su territorio. Sólo basta que se sientan amenazados para ponerse en pie de lucha. Así como un fiel religioso sería capaz de abalanzarse contra un Alcalde si éste se propusiera deshacer la iglesia para instalar en su lugar un camal municipal, los pueblos indígenas también saben reaccionar cuando sus cascadas y los montes sagrados de encuentro con la espiritualidad se ven amenazados. No es que el acto de los feligreses de rechazar el camal implique abstinencia a la carne, como tampoco el rechazo a los decretos legislativos 1015, 1073, 1064, entre otros, significa que los indígenas se nieguen al progreso. La creencia, la espiritualidad que mueve a los indígenas no tiene una relación absoluta con la economía de mercado.
- Mucho se habla de llevar el progreso y la modernidad a los indígenas para superar la pobreza. ¿Qué opinas?
Sostener que para sacar de la pobreza a los indígenas hay que facilitar el cambio de las reglas de juego sobre su propiedad colectiva mediante nuevas normas es menoscabar el fundamento de su propia existencia. El camino a la modernidad no necesariamente tiene que darse renunciando a la propiedad colectiva de las tierras. Se puede y deben desarrollar otros mecanismos. Tampoco es condición para salir de la pobreza tener que hipotecar, arrendar o vender las tierras comunales.
- Entonces, ¿qué hay detrás de estos decretos legislativos?
Cuando el señor Roque Benavides, ex Presidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (CONFIEP) y de la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo (SNMP), se lamenta y dice que las empresas mineras son las grandes perjudicadas con la derogatoria de los decretos que intentaban facilitar la venta de las tierras de las comunidades y señala que “cada vez que hemos pedido la opinión de una comunidad, no han estado presente los dos tercios” (diario La Primera, del 24.08.08) confirma la sospecha de que la insistencia del Ejecutivo tiene mucho que ver con la consigna pactada con el poder económico, de entregarle -sí o sí- la llave de ingreso a la amazonía, con algunos ajustes legales para justificar la invasión.
- ¿Cuáles crees que serán los siguientes pasos del gobierno?
El gobierno anunció que bajará a las comunidades para explicar la bonanza que prometen los decretos legislativos cuestionados y la confesión del antropólogo Juan Ossio, quién ha dejado entrever que forma parte del equipo de asesoría del Presidente en esta materia (diario Perú 21, del 24.08.08) redunda en la sospecha de que algo se está cocinando en el Ejecutivo, con la ayuda de académicos, para evitar una consulta apropiada a la población afectada.
Dudo que la asesoría antropológica del señor Juan Ossio ayude al Presidente Alan García a reflexionar para no seguir agrediendo a los pueblos indígenas. No porque Ossio sea ajeno al conocimiento de la materia, sino por sus declaraciones temerarias, que llegan al extremo de tildar de “tontería” el acto democrático del Congreso que deroga los decretos.
Los opositores a la protesta indígena han pretendido y pretenden desvirtuarla señalando que detrás de todo esto están las organizaciones no gubernamentales (ONG), los políticos de ultra izquierda, incluso, las llamadas Casas del Alba. Con estos argumentos pretenden intimidar a los indígenas, como si sus representantes y sus organizaciones andarían aún en mano de intermediarios, como tal vez sí ocurría en los años 60, no por ineptitud de los indígenas, sino por la carencia del habla en la segunda lengua española.
- A propósito… ¿cuándo surge un liderazgo amazónico sin intermediarios?
El liderazgo indígena amazónico surge en 1974 con el reconocimiento de la personalidad jurídica de la mal llamada “Comunidad Nativa”, que dio pie -a la vez- al surgimiento de sus organizaciones indígenas representativas que inician la búsqueda de mecanismos de diálogo con el Estado y sus gobernantes.
Los que sostienen que las comunidades nativas son un invento en el tiempo de Juan Velasco no dejan de tener algo de razón, porque ésta figura limita alcanzar la porción territorial que por posesión ancestral reclaman los pueblos indígenas amazónicos.
El colectivo indígena no quisiera interpretar que el intelecto limeño responsabiliza al gobierno militar por la existencia de las comunidades nativas solo para ocultar su impotencia de ver cómo los indígenas se resisten, y mientras resisten frente a las leyes perversas, será imposible convencerlos para dejar entrar a sus amigos o socios.
- ¿Cuál es el aporte del movimiento indígena amazónico al país?
Los historiadores, los académicos y antropólogos deberían saber que mediante nuestras organizaciones representativas los indígenas hemos logrado crear estructuras de carácter nacional y también internacional como es la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) en 1984. A través de esta instancia tenemos representantes, por ejemplo, en el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas.
Deberían, de igual modo, saber que en el Perú las organizaciones indígenas amazónicas hemos demostrado el carácter propositivo de nuestras luchas, las cuales se reflejan en el desarrollo de importantes programas como el Programa de Formación de Maestros Bilingües (FORMABIAP), cuyo origen se dio siendo Ministra de Educación la actual congresista Mercedes Cabanillas (RM 364-88-ED de 25.05.1988), durante el primer gobierno de Alan García en 1988.
Este programa tan importante para la educación en el Perú fue posible gracias a la iniciativa de AIDESEP que suscribió un convenio con la Cooperación Técnica Italiana, por medio de la asociación Terra Nuova, una ONG que tuvo el valor y el compromiso de apoyar a los indígenas en la promoción de la educación intercultural bilingüe. Si de esto se ha olvidado el régimen del APRA en su segundo gobierno, deben preguntarle al Ministro Chang sobre la actividad del Programa y requerirle si contribuye con el Ministerio de Educación y verificar -en cifras- con qué presupuesto estatal cuenta dicho Programa.
¿Qué otro ejemplo de aporte al país de AIDESEP puedes brindarnos?
El Ministro de Salud se sorprendería que sin ningún apoyo financiero del Estado peruano los indígenas amazónicos estamos demostrando nuestra capacidad de gestión ante diferentes organismos de cooperación internacional para poner en marcha la formación de Técnicos en Salud Intercultural, por cierto, con mucho éxito, en la región Atalaya y en Datem del Marañón.
Los funcionarios del Ministerio de Agricultura y los gobiernos regionales amazónicos no pueden refutar los legajos de oficios, convenios y otros documentos que acreditan el rol activo de AIDESEP como una entidad interlocutora ante el Estado en los procesos de saneamiento legal de los territorios comunales desde 1989.
Incluso, fue AIDESEP el que contribuyó a superar un capítulo denigrante de nuestra historia cuando denunció la existencia de los hermanos asháninkas sometidos a un estado de esclavitud en Atalaya en pleno siglo XX, lo cual ameritó la intervención de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) y luego al Estado peruano no le quedó otra alternativa que remediar el caso con la liberación de cientos de asháninkas, a través del saneamiento de sus posesiones territoriales.
- A pesar de estos antecedentes ¿por qué no ha habido un diálogo activo con el gobierno?
Los señores del Ministerio de Energía y Minas saben que existe dentro de su historial de archivos una propuesta de normativa sobre las actividades de hidrocarburos, presentada por las organizaciones indígenas como una muestra de nuestra apertura al diálogo. El famoso “diálogo tripartito” se gestó a partir de la voluntad ingenua de las comunidades afectadas que entonces apostamos por eliminar los obstáculos que generaban desconfianza y rechazo a las empresas petroleras.
En varias reuniones entre los representantes del Estado, las empresas y los Pueblos indígenas experimentamos que el diálogo se convirtió en espacios perfectos de dilatación y postergación de los reclamos, mientras las empresas petroleras, en complicidad con el Estado, intentaban dividir a las comunidades con otro brazo organizativo. El año 1998 se defraudó la voluntad de los indígenas de dialogar para concertar, fue una lamentable pérdida de oportunidad.
Si el Ministro de Agricultura tilda de buitres a las ONG que apoyan a las organizaciones indígenas cabe preguntarse si una organización apoyada por carroñeros puede desarrollar programas sociales aleccionadores como lo viene haciendo AIDESEP a lo largo de los 28 años de su existencia y que los mismos programas sean reconocidos por diferentes organismos públicos.
- En pocas palabras ¿qué desean los indígenas amazónicos?
Los indígenas queremos desarrollo, en condiciones de igualdad de derechos y de oportunidades. No somos partidarios del discurso que trata de convencernos en que el progreso lo vamos a encontrar en cachuelos, exponiendo nuestros territorios al libre juego del mercado. Esta modalidad de sujeción ya la hemos experimentado en el tiempo de la colonia -aunque en modalidad distinta, pero igual de denigrante- y sabemos perfectamente hacia que dirección nos lleva.
Si las normas de inversión se orientan al desarrollo de un mercado que adquiera productos que las comunidades produzcan, incluso creándose nuevas oportunidades de negocio en diferentes rubros, la población indígena demostrará su fuerza productiva sin ninguna intermediación de terceros, como lo demostró en el tiempo de la producción y comercialización de arroz en la década de los 80.
La promoción de una economía local sostenible fortalecerá a las comunidades para incorporar tecnologías externas que se consideren apropiadas para la innovación y el desarrollo, y afianzarán nuestros conocimientos para transformar los recursos con nuestra propia dinámica y creatividad.
Esta política encaminará el surgimiento de nuevos empresarios indígenas y la asociación de estos empresarios con el mercado nacional y de exportación, sea en alianza con los inversionistas o solos.Repito, para producir y mejorar el ingreso per cápita de la población indígena no hace falta hipotecar, alquilar, ni vender nuestras tierras.
Saber aprovechar el suelo y los recursos en nuestras manos es la garantía para el control adecuado de nuestros bosques y evitar la tala masiva como pretenden los promotores de los agrocombustibles y los dueños de semillas transgénicas. Rechazamos todo acto comparable al encomendero español que encerraba a los indígenas adueñándose de sus territorios para asegurarle tributos al rey en el tiempo de la colonia.
- Sus palabras finales…
Que el gobierno no convierta a la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI) en verdugo del siglo XXI. Con AIDESEP o sin AIDESEP la resistencia de los pueblos indígenas continuará y el mensaje del viejo Achuar -al cual hice referencia al inicio de este diálogo- seguirá creciendo como el caudal del río que se alimenta de su propia naturaleza.

Fuente: SERVINDI

No hay comentarios.: